martes, 23 de junio de 2009

Petición


¿Cuántas veces le he pedido a Dios un corazón más fuerte,
dos cuerpos y
tres ojos?

En esta tierra no será.
Tal vez por eso me dio lágrimas:
para abrir los surcos que alojarán a mis futuros tres ojos,
humedecer mi corazón para que se ensanche,
y fertilizar mi cuerpo
para que retoñe otro.

Escrito por mi querida amiga: Luza Alvarado, maravillosa.

Su blog: http://www.pensamientovisible.blogspot.com/

miércoles, 25 de marzo de 2009

Inventos...


La familia: «Unidos por un sueño mágico de palabras locas» reunidos durante cinco días en La Montaña Mágica —Santa Elena, Medellín, Colombia— escribiendo y pensando acerca de la palabra, manifiestan en este documento los acuerdos obtenidos.


2. Los niños y las niñas del Congresito de la Lengua Española, Medellín 2007, después de un largo proceso de consenso y de trabajar en la construcción de nuevas palabras, definimos que las 10 mejores palabras inventadas, para incorporar a nuestro lenguaje son:

1.Flapigozo: expresión de felicidad, explosión de gozo.
2.Murmulencio: murmullo que se oye en el silencio.
3.Tristesinra: tristeza que se siente como un huequito en la barriga y que no tiene una razón definida.
4.Pionilla: peinilla que se usa para sacar piojos.
5.Lunor: luz de la luna.
6.Hormonado: muchacho que come mucho.
7.Fruspiro: suspiro ahogado y repetido que se produce al bañarse con agua helada.
8.Pinochada: mentira que va creciendo cada vez más.
9.Japisteza: cuando se siente tristeza y alegría a la vez.
10.Lumpereza: pereza que da los lunes de ir al colegio o a trabajar.
Congresito de la Lengua Española Medellín 2007 "Los niños y las niñas tienen la palabra"
Tomado de:
http://congresosdelalengua.es/cartagena/hemeroteca/sala_prensa/prensa34.htm

ilustración:
Shaun Tan

sábado, 21 de marzo de 2009

Decisiones


A mí
que todo me cuesta trabajo últimamente,
decidí

(con lo difícil que también eso me parece)
decidirme a que ya no
y
cómo me está costando…

martes, 16 de diciembre de 2008

Gen 41


Sólo quisiera traspasar las letras,
las frentes,
por en medio.
Grabar las risas en mi mano,
llevármelas,
guardarlas
y poderlas repetir
cuantas veces quiera,
ininterrumpidamente.
Volver a empezar.
Porque no me quiero despedir,
pero ya es tiempo.

Como clausura del diplomado,
me siento profundamente obligada
a revelar que Marcela,
por ejemplo, juega viborita con su celular en casi todas las clases.
Que Clausell en cambio, contesta el teléfono,
Que Adriana llega tarde y le gustan los poetas del siglo XIX,
Que María se raya los pantalones,
Que Cecy hace animaciones de los maestros en sus cuadernos,
Que Tere y Luzma siempre leen todo,
Que Luza opina de todo,
Que Terroba come tortas, tacos, hamburguesas, papas durante todas las clases,
Que Federico Veerkamp le dice a las bonitas, maestras o alumnas, Sra. Veerkamp,
Que Alex, el gobernandor del salón, dice tener miope el alma por no ver nada en las estrellas,
Que a Maui le dan miedo los zombies,
Que al otro Mauricio lo aqueja la espalda,
Que a Eduardo le gusta la poesía…y las poetas,
Que Griselda presume sus perlas,
Y que Itzel relaciona a cada uno con un animal.


Compañeros, Gen 41, lacras, bronx, ñoñas, pachecos, señoras:
Yo no sé si somos un grupo especial o no,
para mí lo es.
Especial, afortunado, intenso.
Ha sido un placer,
un recorrido gozoso
y un gran aprendizaje.
Que bueno que nos conocimos,
que coincidimos,
que esto nos pasó.

A veces, los milagros suceden.
¿Verdad?

domingo, 31 de agosto de 2008

La historia de esos dos



Él era alto, como un árbol. Y ella delgada como una rama, de la cintura. Y el día que por primera vez se encontraron, él no pudo decir nada, era sumamente tímido, siempre lo había sido, así que se quedó mirando, mirándola. Ella sí dijo, le dijo a gritos cuánto le gustaba con cada ojo y si no hubiera sido por la laringitis agudísima que en ese momento padecía, hubiera también utilizado la voz.

Cada uno se fue a su casa con una sensación agradable. Casi sonriendo. Y de no haber sido por todo el ron que bebió él y el billete que ella halló de camino a su coche, hubieran quedado claros de que esa alegría provenía de verse uno al otro.

Creyeron que su vida seguía siendo como la habían pensado. Pero a la vida no le importa lo que nadie piense de ella. Es el ser más independiente y anárquico que haya existido. Así que hizo exactamente lo que le dio la gana.

Ella llegó a casa, guardó el coche, tomó un té de bugambilia, abrió las sábanas y se tendió como siempre, sobre todo el colchón. A media noche despertó a hacer pipí, había sido demasiado té.

Él llegó a su casa, a su cama, apagó la luz, se dio vuelta y ya medio dormido, pasó el brazo sobre su mujer.